Dime en que Metrobus viajas y te diré quien eres

"Señito, se recorre en doble fila o deje pasar pa'tras"

Gracias al Metrobus me he olvidado ya de ir escuchando esa frase en mi recorrido de mi escuela a mi casa, y en estos días que he estado usando el Metrobus, me he dado cuenta de que cada camioncito de esos tiene su personalidad.

Un día de la semana pasada, como todos los días, esperaba yo el Metrobus en la estación Churubusco, y como toooodos los días, venía llenísimo; dando una respiración profunda y tratando de buscar un lugarcito para meterme, escuché la alarma del cierre de puertas, y me dije: "Ahora o nunca!" y dando un saltito me metí como pude. Todo iba normal hasta que llegamos a la estación La Bombilla, ahí los que vamos con dirección al Monumento al Caminero nos bajamos para tomar el nuevo Metrobus. Sin darme cuenta, en el mismo camioncito en el que iba, viajaban un par de lesbianas, dos o tres gays y demás miembros de la suciedad... digo, sociedad mexicana; las lesbianas, los gays y yo nos quedamos en el último acceso al metrobus, ahí nos acompañaba una señora que se veía de "alto pedorraje", después de un par... bueno después de casi una docena de minutos llegó el Metrobus rojo a la estación, todos esperamos como buenos mexicanos a que abrieran las puertas, y cuando abrieron, las lesbianas entraron como cuando abren las puertas de las tiendas departamentales de NY en vísperas de navidad, entonces una de ellas le quizo apartar un lugar a su pareja, pero la señora pipiris muy enfurecida le dice: -"Aquí no se apartan los lugares, no estamos en la fila de las tortillas (y yo pensé, ay pero ellas son bien tortis!!) así que déjame sentar, además yo soy una persona mayor y me tienes que ceder el asiento!!"-

Yo dije, ya se armó la gorda! ahora si se van a dar... de golpes eh!. Pero no, no pasó más allá de unas bufadas y unas cuantas mentadas de madre por ambas partes. Y pensé, este es el JotiMetrobus.

En cambio hoy que me subí, el Metrobus venía muy vacío, con decirles que hasta me pude ir sentado!, y todo normal, pero al mirar con atención al resto de la gente, me dí cuenta de que iba en el MetrobusOficinista, porque vi a muchos y muchas, vestidos y vestidas, ah no esas no... bueno vi que la mayoría de la gente iba de traje, bien empresariales, y unos escribían en su celular, otros checaban su agenda "Cita con el Urólogo mañana 12 pm", y otros hablaban del trabajo "No, yo lo que hice fué mandar los papeles a contabilidad y ahi que se hagan bolas".

Al llegar a La Bombilla, casi se vació el Metrobus, puesto que todos íbamos hacia El Caminero. En eso oí -"Que onda wey! Todavía sigues trabajando ahí en ..."- y "wey" contestó -"Si wey,pero pus ya me estoy cansando". Cuando en eso llegó el Metrobus, nos subimos todos y como siempre, no faltó el clásico pasajero que quizo apartarle el lugar a su "compa", pero como todo apartador siempre tiene que haber alguien que quiera ese lugar, y esta vez no fue la excepción, un señor con ya una que otra cana intentó sentarse, hasta que el joven se rindió y le cedió el lugar, tras este "noble" gesto, el señor comenzó un sermón que no pasó del minuto.

Pues estas son mis experiencias en el Metrobus, cada camioncito, tiene personalidad, están los Oficinistas, los JotiMetrobuses, los TuriMetrobuses, en fin, todo depende del asiento donde lo veas.

Francisco Ramírez

MxCdMTlpn Abril 02 2008

No seas mala onda [por no decir mal pedo] y si vas a utilizar este texto avisale al autor porque en internet el CopyRight se lo pasan por el arco del triunfo, asi que ayudalo a crecer como escritor y no "piraties"... porfa! Y si sabes de alguien que esté interesado en darle una columna [no vertebral eh!] avisale también.